¿Ofreciendo fuego extraño a Dios?

¿Ofreciendo fuego extraño a Dios?


Levítico 10:1-2
'Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, sobre el cual pusieron incienso, y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que él nunca les mandó. Y salió fuego de delante de Jehová y los quemó, y murieron delante de Jehová.'

Antes, Aarón y sus hijos era una familia sacerdotal encargada de ofrecer holocaustos para expiación del pueblo. Jehová había sido preciso y detallado a la hora de darles estas instrucciones a la familia de Aarón como también, prohibiciones...  “No ofreceréis sobre él incienso extraño, ni holocausto, ni ofrenda; ni tampoco derramaréis sobre él libación.” (Éxodo 30:9).
Hoy nosotros somos “... linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.” (1 Pedro 2:9)… Somos real sacerdocio pero no para pretender servir al Señor según como nos viene en gana, queriendo cambiar las normas de Dios a normas de hombres, cuando el Señor demanda de nosotros obediencia… “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.” (Santiago 1:22-25)
¿Dios nos ha llamado para que le ofrezcamos fuego extraño? ¿No fue a nosotros que se nos ha dicho que llevemos cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo (2 Corintios 10:5)? Obediencia!
Y no solo eso… A ti y a mi se nos ha dado autoridad para entender que tenemos una gran responsabilidad “para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Pedro 2:9b)
Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante” (Hebreos 12:1)… Toda desobediencia es un pecado!
Pero… ¿Hemos pensado cuantas personas a nuestro alrededor nos están viendo como tomamos esa autoridad delegada para hacer cualquier cosa menos lo que Dios nos ha mandado? ¿Hemos pensado que terminaríamos siendo para estas personas… piedras de tropiezo?
Olvidamos que el abusar de esa autoridad delegada para hacer cualquier otra cosa menos lo que Dios nos ha mandado significaría ser tropezadero de tantas personas que nos están viendo y vienen con hambre y sed del Señor. Y por si lo hemos olvidado “Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable.” (Nahúm 1:3a) “Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. !!Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!” (Hebreos 10:30-31)
Tengamos cuidado, no podemos adaptar las normas de Dios a nuestra conveniencia, siendo que Dios ha dado instrucciones y esto no se puede ni se debe cambiar.
Analicemos nuestra manera de servir al Señor… no sea que nos hallemos ofreciendo fuego extraño como Nadab y Abiú.

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Dios te bendiga y que tengas un excelente día en Cristo Jesús!

Roldan Ortiz Molinares

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