¿Olvidando nuestra identidad?

¿Olvidando nuestra identidad?



1 Juan 4:4
"Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo."

Una de las cosas donde al diablo ataca una y otra vez para tomar ventaja, es a nuestra identidad (Mateo 4:3-7). Lastimosamente, la falta de lectura y escudriñar la Palabra, la falta de comunión con el Señor y la falta de oración nos hace distorsionar de quién somos hijos, quienes somos y lo que podemos lograr... en fin, al tener falta de entendimiento (Oseas 4:6) así ¿Quién no sería pan comido para el diablo?
Pero a partir de hoy esto va a cambiar! Vamos buscar en la Palabra y a la vez descomponer 1 Juan 4:4 para entender quienes somos nosotros:
1. Le pertenecemos a Dios: Fuimos creados “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.” (Colosenses 1:16) y fuimos además comprados “Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.” (1 Corintios 6:20)
2. Pertenecemos a la Familia Real y el Espíritu Santo lo certifica: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.” (Juan 1:12-13) además, “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.” (Romanos 8:16)
3. Debemos entender que existe una batalla que es espiritual: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.” (Efesios 6:12) por eso “Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” (2 Corintios 10:3-5).
4. Sin embargo, también debe ser claro para nosotros que aunque haya guerra, batallas… de igual manera nada nos podrá separar de Dios: “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.” (Romanos 8:37-39)
5. Por eso, si puedes creer, que pena con el enemigo pero nuestra naturaleza es vencer!: “Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?” (1 Juan 5:4-5)

El enemigo está vencido, está bajo nuestros pies, está derrotado y si se levanta lo seguiremos derrotando en el nombre de Cristo Jesús porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo, así que si lo has olvidado déjame informarte que tu y yo estamos ahí! Porque somos linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios que anunciamos las virtudes de aquel que nos llamó a su luz admirable! Somos hijos de Dios! 

Dios te bendiga y que tengas un excelente día en Cristo Jesús!

Roldan Ortiz Molinares

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