¡Bienvenidos!

Déjame darte una breve introducción...
Todos tenemos anhelos y obviamente añoramos cumplirlos... queremos materializarlos! Estudiar, viajar, formar una familia, hacer un buen negocio, ganar independencia, trabajar, ahorrar, ser felices, sentirnos plenos y exitosos... 
Andamos en una búsqueda de esos caminos que nos ayuden a lograr cada uno de estos sueños... Podríamos seguir consejos de otros que hayan recorrido un camino similar al nuestro para lograr ver el panorama ya no tan "nublado", inscribirnos en un curso para poder obtener unas "pautas del éxito" de nuestro sueño... básicamente una ruleta: que si no lo logramos es porque muy seguro no hacíamos parte del grupo selecto de ganadores, no lo hicimos bien, etc... y tristemente nos toca vislumbrar como se hunde a lo lejos ese sueño anhelado.
Un continuo juego donde entregamos tiempo, muchas veces recursos y hasta nuestra propia vida en manos de aquellos que no saben realmente lo que necesitamos, anhelamos o queremos!

¿Sabes? 
Hoy puede cambiar esto! Hoy puede ser nuestro cambio! 
Dios anhela que le busquemos, conozcamos y que tengamos una entrañable relación con Él. 
Quiere orientarnos, guiarnos, enseñarnos, tomarse el tiempo necesario e ir al paso que tu y yo podamos andar... No solo ayudarnos a cumplir cada meta sino además mostrarnos que es lo que más nos conviene!
Jesús nos está esperando (Apocalipsis 3:20) pero desea que no le demos más la espalda, que no hagamos más las cosas por nuestras propia cuenta ni fuerzas (Zacarías 4:6), sino que le entreguemos nuestras cargas (Salmos 55:22), todos esos anhelos, todos esos sueños porque Él desea realmente ayudarnos, y está totalmente dispuesto dado que nos ama y su carga es liguera (Mateo 11:30)!
Jesús no quiere vernos divagando más, Él ha venido para que tengamos vida, vida plena y vida en abundancia (Juan 10:10). Él murió pero resucitó al tercer día! El pagó el precio que tu y yo nunca podríamos pagar! No hay más... Él es el Camino, la Verdad y la Vida y nadie irá al Padre sino por Él (Juan 14:6).
"Mas ¿que dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación" (Romanos 10:8-10)
"Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado." (Juan 17:3)