Ese era mi último salvavidas!!
Salmos 73:25-28
“¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre. Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán; Tú destruirás a todo aquel que de ti se aparta. Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; He puesto en Jehová el Señor mi esperanza, Para contar todas tus obras.”
Desde muy pequeños vamos creando “pilares” como salvavidas en nuestras vidas tales como: Amigos, nuestros mismos padres, el aprendizaje, y así poco a poco hasta que nos vamos sintiendo blindados y pensamos: “Somos intocables”!. Pensamos que entre mas salvavidas tengamos mas seguros estamos!. Muchos tenemos muchos amigos para no sentirnos solos si alguno llegase a abandonarnos, aprendemos muchas cosas para poder tener versatilidad para movernos, tenemos amistades para que cuando nuestros hijos se vayan pues no nos sintamos solos, etc.
Pero, que sucede cuando viene el derrepente y todo esto que considerábamos firme y seguro se viene abajo ante nuestros ojos?
Será que en esos momentos pensaríamos “Ahhh! Me equivoqué en los planes! No debí poner mi confianza en esto u lo otro!”? Si es así… ¿Qué sería ello en lo cual pondríamos nuestra confianza?
Antes de responder, todo en esta vida es efímero, es temporal … “no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.” (2 Corintios 4:18).
Por ello volviendo al pasaje, David entendía que no había un “salvavidas” más seguro que poner su confianza en Dios. Todos sabemos que David era perseguido, todos sabemos que sin causa el rey Saúl quería matar a David (1 Samuel 19)… David en vez de pensar: '¿Porque tuve que matar a ese gigante? Me iba mejor cuidando las ovejas de mi Padre!” (1 Samuel 17:34), o : “Ahora si tengo ejercito. Saúl vamos a ver quién es quién ahora!!” (1 Samuel 22:2), sencillamente, él entendía que Dios es nuestro absoluto compañero, que Dios es la roca de nuestra salvación, que en Dios reposa nuestra vida y si Dios ha permitido algo pues con mayor seguridad confiamos de que Dios nos sostiene y sostendrá! David confiaba tanto en el Señor que pese a que se encontraba solo, él sabía que no estaba desamparado…
Tu que estas pasando por este momento donde sientes que todos los salvavidas que tenías se han desaparecido, donde sientes que tu vida se ha vuelto un caos, donde te preguntas una y otra vez ¿Que haré, que será de mí ahora?… Quiero decirte que Dios no te ha abandonado, que Dios esta contigo, que Dios está al control, que Dios toma consuelo de ti en estos tiempos difíciles.
Hoy es un día para no buscar mas salvavidas fuera de Dios… Tal como decía David, es tiempo de soltarte en el Señor, confiar y declarar: “Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; He puesto en Jehová el Señor mi esperanza, Para contar todas tus obras.” (Salmos 73:28)
'No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.' (Isaías 41:10)
“¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre. Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán; Tú destruirás a todo aquel que de ti se aparta. Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; He puesto en Jehová el Señor mi esperanza, Para contar todas tus obras.”
Desde muy pequeños vamos creando “pilares” como salvavidas en nuestras vidas tales como: Amigos, nuestros mismos padres, el aprendizaje, y así poco a poco hasta que nos vamos sintiendo blindados y pensamos: “Somos intocables”!. Pensamos que entre mas salvavidas tengamos mas seguros estamos!. Muchos tenemos muchos amigos para no sentirnos solos si alguno llegase a abandonarnos, aprendemos muchas cosas para poder tener versatilidad para movernos, tenemos amistades para que cuando nuestros hijos se vayan pues no nos sintamos solos, etc.
Pero, que sucede cuando viene el derrepente y todo esto que considerábamos firme y seguro se viene abajo ante nuestros ojos?
Será que en esos momentos pensaríamos “Ahhh! Me equivoqué en los planes! No debí poner mi confianza en esto u lo otro!”? Si es así… ¿Qué sería ello en lo cual pondríamos nuestra confianza?
Antes de responder, todo en esta vida es efímero, es temporal … “no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.” (2 Corintios 4:18).
Por ello volviendo al pasaje, David entendía que no había un “salvavidas” más seguro que poner su confianza en Dios. Todos sabemos que David era perseguido, todos sabemos que sin causa el rey Saúl quería matar a David (1 Samuel 19)… David en vez de pensar: '¿Porque tuve que matar a ese gigante? Me iba mejor cuidando las ovejas de mi Padre!” (1 Samuel 17:34), o : “Ahora si tengo ejercito. Saúl vamos a ver quién es quién ahora!!” (1 Samuel 22:2), sencillamente, él entendía que Dios es nuestro absoluto compañero, que Dios es la roca de nuestra salvación, que en Dios reposa nuestra vida y si Dios ha permitido algo pues con mayor seguridad confiamos de que Dios nos sostiene y sostendrá! David confiaba tanto en el Señor que pese a que se encontraba solo, él sabía que no estaba desamparado…
Tu que estas pasando por este momento donde sientes que todos los salvavidas que tenías se han desaparecido, donde sientes que tu vida se ha vuelto un caos, donde te preguntas una y otra vez ¿Que haré, que será de mí ahora?… Quiero decirte que Dios no te ha abandonado, que Dios esta contigo, que Dios está al control, que Dios toma consuelo de ti en estos tiempos difíciles.
Hoy es un día para no buscar mas salvavidas fuera de Dios… Tal como decía David, es tiempo de soltarte en el Señor, confiar y declarar: “Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; He puesto en Jehová el Señor mi esperanza, Para contar todas tus obras.” (Salmos 73:28)
'No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.' (Isaías 41:10)
Roldan Ortiz Molinares
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