¿Fatigados?

¿Fatigados?


Isaías 40:28-31
“¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.” 




La fatiga es una sensación de cansancio al extremo que puede hacer que lo común y cotidiano se vea y resulte más difícil de lo normal. 
Por lo general, el afán, la depresión, la falta de descanso, la preocupación y el estrés son el camino predilecto para fatigarnos.
“Estos son los que fueron sembrados entre espinos: los que oyen la palabra, pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa.” (Mateo 4:18-19)… Día a día vemos como muchos se dejan llevar por los afanes de este mundo, queriendo hacer todo a la vez para al final sentirse abrumados, tensionados, agotados hasta el punto de caer enfermos... y muchos otros llegan hasta la muerte.
“¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?” (Mateo 6:27) 
¿Nos sentimos fatigados? Bueno, es hora de echar varias cosas que no nos sirven fuera de nuestra vida! “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” (2 Timoteo 3:16-17) Y la Palabra de Dios tiene la solución para nosotros! ¿Que echamos fuera?:
1. Echemos fuera todo afán y calmémonos: “No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.” (Mateo 6:31-34)
2. Echemos fuera todo temor y confiemos: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” (Isaías 41:10)
3. Echemos fuera toda carga y recibamos descanso: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.” (Mateo 11:28-30)
4. Echemos fuera toda ansiedad y reconozcamos el poder de Dios: “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.” (1 Pedro 5:6-7)
y 5. Echemos fuera toda duda y dejemos que Dios tome el control: “¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.” (Isaías 40:28-31)

¿Fatigados?… Es hora que Papa tome el control!








Dios te bendiga y que tengas un excelente día en Cristo Jesús!

Roldan Ortiz Molinares

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