Pero es que él o ella comenzó!!!
Proverbios 15:1
"La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor."
Los debates, la rivalidad, los enfrentamientos, las guerras… siempre han existido. La Palabra de Dios nos explica el porque sucede esto: “¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.” (Santiago 4:1-2)
Lastimosamente, cuando deberíamos ser agentes de cambio, terminamos uniéndonos a este juego donde nadie quiere dar su brazo a torcer.
¿Qué logramos? Logramos acrecentar el problema, situaciones donde muchas veces es difícil retroceder y escudándonos en la famosa frase “Pero no te das cuenta que él o ella comenzó?!!'
Así como dice la Palabra “El avisado ve el mal y se esconde; Mas los simples pasan y llevan el daño.” (Proverbios 27:12).
Hoy veremos unos versículos para recapacitar y así dejemos de estar echándole la culpa a los demás:
1. ¿Queremos reconocimiento?: “Honra es del hombre dejar la contienda; Mas todo insensato se envolverá en ella.” (Proverbios 20:3)
2. ¿Nos tomamos el tiempo de escuchar?: “Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.” (Santiago 1:19-20)
3. Si sabemos que hablar enojados no es de nada provechoso, ¿Para qué hablamos? Mejor callemos, calmémonos y hablemos cuando el enojo pase: “El que fácilmente se enoja hará locuras; Y el hombre perverso será aborrecido” (Proverbios 14:17)
4. ¿Qué buscamos con la contienda? ¿Acaso no sabemos que la finalidad de esto es quedar expuestos al infierno?: “Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.” (Mateo 5:21-22)
5. ¿No queremos heredar el Reino de Dios?: “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.” (Galanas 5:19-21)
6. Ya! Tu y yo tenemos la autoridad para cerrarle la puerta al diablo: “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo.” (Efesios 4:26-27)
7. Sabemos que tenemos la mente de Cristo, ¿Porque no la usamos para manejar la situación de una mejor manera?: “No aborrecerás a tu hermano en tu corazón; razonarás con tu prójimo, para que no participes de su pecado. No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová.” (Levítico 19:17-18)
Por favor, ya suficiente tenemos con las guerras que el diablo nos hace día a día para seguir contendiendo entre nosotros. Somos hermanos!! Por ti y por mi corre la misma sangre, la sangre de Cristo!. ¿Por qué mejor no nos arreglamos y nos ponemos de acuerdo para enfocarnos en ganar mas almas para el Reino?
"La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor."
Los debates, la rivalidad, los enfrentamientos, las guerras… siempre han existido. La Palabra de Dios nos explica el porque sucede esto: “¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.” (Santiago 4:1-2)
Lastimosamente, cuando deberíamos ser agentes de cambio, terminamos uniéndonos a este juego donde nadie quiere dar su brazo a torcer.
¿Qué logramos? Logramos acrecentar el problema, situaciones donde muchas veces es difícil retroceder y escudándonos en la famosa frase “Pero no te das cuenta que él o ella comenzó?!!'
Así como dice la Palabra “El avisado ve el mal y se esconde; Mas los simples pasan y llevan el daño.” (Proverbios 27:12).
Hoy veremos unos versículos para recapacitar y así dejemos de estar echándole la culpa a los demás:
1. ¿Queremos reconocimiento?: “Honra es del hombre dejar la contienda; Mas todo insensato se envolverá en ella.” (Proverbios 20:3)
2. ¿Nos tomamos el tiempo de escuchar?: “Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.” (Santiago 1:19-20)
3. Si sabemos que hablar enojados no es de nada provechoso, ¿Para qué hablamos? Mejor callemos, calmémonos y hablemos cuando el enojo pase: “El que fácilmente se enoja hará locuras; Y el hombre perverso será aborrecido” (Proverbios 14:17)
4. ¿Qué buscamos con la contienda? ¿Acaso no sabemos que la finalidad de esto es quedar expuestos al infierno?: “Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.” (Mateo 5:21-22)
5. ¿No queremos heredar el Reino de Dios?: “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.” (Galanas 5:19-21)
6. Ya! Tu y yo tenemos la autoridad para cerrarle la puerta al diablo: “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo.” (Efesios 4:26-27)
7. Sabemos que tenemos la mente de Cristo, ¿Porque no la usamos para manejar la situación de una mejor manera?: “No aborrecerás a tu hermano en tu corazón; razonarás con tu prójimo, para que no participes de su pecado. No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová.” (Levítico 19:17-18)
Por favor, ya suficiente tenemos con las guerras que el diablo nos hace día a día para seguir contendiendo entre nosotros. Somos hermanos!! Por ti y por mi corre la misma sangre, la sangre de Cristo!. ¿Por qué mejor no nos arreglamos y nos ponemos de acuerdo para enfocarnos en ganar mas almas para el Reino?
Dios te bendiga y que tengas un excelente día en Cristo Jesús!
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