¿Murmuración … en el pueblo!?
Números 12:1-2
“María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado; porque él había tomado mujer cusita. Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Jehová.”
El significado de murmuración según la RAE es: “Hablar entre dientes, manifestando queja o disgusto por algo” o “Conversar en perjuicio de un ausente, censurando sus acciones.”.
Día a día vemos como se destruyen familias, amistades de mucho tiempo, hijos, parejas o ministerios por alguien que tiene la puerta abierta y ha decidido dejar entrar el diablo en su vida… Y el diablo lo usa como aquel que murmura, chismosea y por ende genera contiendas.
Hoy pasearemos por la Palabra para identificar si estamos haciendo parte de este grupo tan nocivo:
1. ¿En vez de orar por nuestros hermanos preferimos ponernos hablar de ellos?: “Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente, El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal, El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre hermanos.” (Proverbios 6:16-19)
2. ¿No podemos controlar nuestra boca al hablar?: “El que guarda su boca y su lengua, Su alma guarda de angustias.” (Proverbios 21:23)
3. ¿Hay algún chismoso por ahí cerca? Si es así, ¿Nos parecemos a él?: “Nunca respondas al necio de acuerdo con su necedad, Para que no seas tú también como él. Responde al necio como merece su necedad, Para que no se estime sabio en su propia opinión.” (Proverbios 26:4-5), “El hombre deslenguado no será firme en la tierra; El mal cazará al hombre injusto para derribarle.” (Salmos 140:11)
4. ¿Hemos notado que nos estamos quedando solos por ponernos hablar de las personas a nuestro alrededor?: “El hombre perverso cava en busca del mal, Y en sus labios hay como llama de fuego. El hombre perverso levanta contienda, Y el chismoso aparta a los mejores amigos.” (Proverbios 16:27-28), “Sin leña se apaga el fuego, Y donde no hay chismoso, cesa la contienda. El carbón para brasas, y la leña para el fuego; Y el hombre rencilloso para encender contienda. Las palabras del chismoso son como bocados suaves, Y penetran hasta las entrañas. Como escoria de plata echada sobre el tiesto Son los labios lisonjeros y el corazón malo. El que odia disimula con sus labios; Mas en su interior maquina engaño. Cuando hablare amigablemente, no le creas; Porque siete abominaciones hay en su corazón. Aunque su odio se cubra con disimulo, Su maldad será descubierta en la congregación. El que cava foso caerá en él; Y al que revuelve la piedra, sobre él le volverá. La lengua falsa atormenta al que ha lastimado, Y la boca lisonjera hace resbalar.” (Proverbios 26:20-28)
5. Por último, ¿Somos opositores?: “Por esta causa, si yo fuere, recordaré las obras que hace parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohíbe, y los expulsa de la iglesia.” (3 Juan 1:10)
Por favor, que a partir de hoy hagamos (Filipenses 2:14-15) para así no ser mas murmuradores debido a que (Santiago 4:11-12), por favor, que no digan de nosotros (1 Juan 2:19).
Que haremos?
“María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado; porque él había tomado mujer cusita. Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Jehová.”
El significado de murmuración según la RAE es: “Hablar entre dientes, manifestando queja o disgusto por algo” o “Conversar en perjuicio de un ausente, censurando sus acciones.”.
Día a día vemos como se destruyen familias, amistades de mucho tiempo, hijos, parejas o ministerios por alguien que tiene la puerta abierta y ha decidido dejar entrar el diablo en su vida… Y el diablo lo usa como aquel que murmura, chismosea y por ende genera contiendas.
Hoy pasearemos por la Palabra para identificar si estamos haciendo parte de este grupo tan nocivo:
1. ¿En vez de orar por nuestros hermanos preferimos ponernos hablar de ellos?: “Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente, El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal, El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre hermanos.” (Proverbios 6:16-19)
2. ¿No podemos controlar nuestra boca al hablar?: “El que guarda su boca y su lengua, Su alma guarda de angustias.” (Proverbios 21:23)
3. ¿Hay algún chismoso por ahí cerca? Si es así, ¿Nos parecemos a él?: “Nunca respondas al necio de acuerdo con su necedad, Para que no seas tú también como él. Responde al necio como merece su necedad, Para que no se estime sabio en su propia opinión.” (Proverbios 26:4-5), “El hombre deslenguado no será firme en la tierra; El mal cazará al hombre injusto para derribarle.” (Salmos 140:11)
4. ¿Hemos notado que nos estamos quedando solos por ponernos hablar de las personas a nuestro alrededor?: “El hombre perverso cava en busca del mal, Y en sus labios hay como llama de fuego. El hombre perverso levanta contienda, Y el chismoso aparta a los mejores amigos.” (Proverbios 16:27-28), “Sin leña se apaga el fuego, Y donde no hay chismoso, cesa la contienda. El carbón para brasas, y la leña para el fuego; Y el hombre rencilloso para encender contienda. Las palabras del chismoso son como bocados suaves, Y penetran hasta las entrañas. Como escoria de plata echada sobre el tiesto Son los labios lisonjeros y el corazón malo. El que odia disimula con sus labios; Mas en su interior maquina engaño. Cuando hablare amigablemente, no le creas; Porque siete abominaciones hay en su corazón. Aunque su odio se cubra con disimulo, Su maldad será descubierta en la congregación. El que cava foso caerá en él; Y al que revuelve la piedra, sobre él le volverá. La lengua falsa atormenta al que ha lastimado, Y la boca lisonjera hace resbalar.” (Proverbios 26:20-28)
5. Por último, ¿Somos opositores?: “Por esta causa, si yo fuere, recordaré las obras que hace parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohíbe, y los expulsa de la iglesia.” (3 Juan 1:10)
Por favor, que a partir de hoy hagamos (Filipenses 2:14-15) para así no ser mas murmuradores debido a que (Santiago 4:11-12), por favor, que no digan de nosotros (1 Juan 2:19).
Que haremos?
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