¿Edificando sobre la Roca?
Mateo 7:24-25
“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.”
Día a día nos vemos tentados a poner nuestra confianza en promesas de hombres, en las noticias, en el pronóstico del tiempo, en la economía, en un programa de televisión, etc… Lastimosamente todo esto es volátil y no es necesario tener un alto grado de conocimiento para entender que esto solo nos traerá decepciones. ¿Dónde esta edificada nuestra vida, nuestro matrimonio, nuestra relación de pareja, nuestros hijos, nuestro trabajo, nuestro servicio, nuestro ministerio…? ¿No es cierto que hoy en día muchos matrimonios terminan en divorcio, hay infidelidades en las parejas, los hijos crecen con malos pasos, terminamos siendo esclavos del trabajo, y además nuestro servicio y ministerio es realizado para buscar el favor de los hombres (Gálatas 1:10)…? Porque sucede esto?
Basta con mirar a nuestro alrededor para darnos cuenta que el hombre sin Dios no sabe gobernarse ni cuidarse a si mismo. ¿No es acaso triste una vida insípida, cruda y absurda?
La palabra dice: “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.” (Colosenses 1:16)
Somos de Él y para Él!. Sabes?
Tu y yo necesitamos el gobierno de Cristo en nuestras vidas:
“Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.” (1 Corintios 3:11). Sin el gobierno de Cristo en nuestras vidas nuestra obra tiende a desmoronarse.
Todo tiene un manual de instrucciones para garantizar su correcto funcionamiento y tu y yo no somos la excepción! Tu y yo necesitamos meditar y poner por obra la Palabra:
“¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.” (Salmos 119:9)
“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.” (Josué 1:8)
“Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.” (Salmos 143:10)
Que tal si a partir de hoy empezamos a leer y a poner por obra la Palabra de Dios en nuestras vidas y además, aceptamos a Cristo como Señor para que el tome el timón de nuestra vida, familia, hijos, trabajo y ministerio y guíe nuestra barca? Definitivamente nos conviene:
“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.” (Mateo 7:24)
Hoy podemos cambiar ese panorama...
“Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.” (Mateo 7:26-27)
¿Que dices?
Dios te bendiga y que tengas un excelente día en Cristo Jesús!
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