¿Jugando juegos de azar?
1 Samuel 14:37-42
“Y Saúl consultó a Dios: ¿Descenderé tras los filisteos? ¿Los entregarás en mano de Israel? Mas Jehová no le dio respuesta aquel día. Entonces dijo Saúl: Venid acá todos los principales del pueblo, y sabed y ved en qué ha consistido este pecado hoy; porque vive Jehová que salva a Israel, que aunque fuere en Jonatán mi hijo, de seguro morirá. Y no hubo en todo el pueblo quien le respondiese. Dijo luego a todo Israel: Vosotros estaréis a un lado, y yo y Jonatán mi hijo estaremos al otro lado. Y el pueblo respondió a Saúl: Haz lo que bien te pareciere. Entonces dijo Saúl a Jehová Dios de Israel: Da suerte perfecta. Y la suerte cayó sobre Jonatán y Saúl, y el pueblo salió libre. Y Saúl dijo: Echad suertes entre mí y Jonatán mi hijo. Y la suerte cayó sobre Jonatán.”
La Palabra nos enseña que el rey Saúl fue desechado por Dios por su desobediencia e imprudencia, y no siendo poco esto que el Señor se apartó de su vida, Saúl empezó a buscar rutas alternas dado que deseaba recibir respuesta de inmediato!
Hoy por hoy, vemos más y más personas sumergidas en los juegos de azar… Van a la lotería, casinos, bingos, etc.. buscando algo de esperanza, buscando la solución a sus problemas, buscando respuestas, buscando que sus vidas cambien y salgan de su condición… “si tan solo me ganara el premio”
¿Como es posible que conociendo del Señor seamos tan imprudentes de poner nuestra confianza en la suerte y el azar? “Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.” (Jeremías 17:7-8)
Construir sobre el azar, la suerte o cualquier cimiento que no sea firme nunca será buena idea (Mateo 7:24-27)
“Porque tú eres mi roca y mi castillo; Por tu nombre me guiarás y me encaminarás.” (Salmos 31:3)
¿Seguiremos con el Señor y dejaremos de lado la suerte y el azar?
Sería correcto mantener una relación con el Señor pero…
De igual manera, hemos pensado que si no oramos, no ayunamos y no tenemos una relación con el Señor diaria, sería igual a tener nuestra barca sin capitán y que la mar nos lleve a donde quiera… ¿No sería igual a como si decidiéramos vivir nuestro día al azar?
Dios te bendiga y que tengas un excelente día en Cristo Jesús!
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