¿De dónde Dios nos sacó?

¿De dónde Dios nos sacó?



Romanos 14:1-4
'Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres. El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido. ¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme."




"Recibid al débil en la Fe..."
¿Alguna vez has tenido de cerca a una persona que pregunta y pregunta, y no sólo eso sino que falla muchas veces en lo mismo?
Esta bien... Quiero decirte que Jesucristo tiene muchísimas personas así a su alrededor... Somos nosotros!
Él siempre está dispuesto a perdonarnos, enseñarnos, guiarnos y cuidarnos.... ¿Sabes porque?
"Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo." (Salmos 103:14)

Y no sólo eso, pertenecíamos a un grupo bien selecto... este grupo no se caracterizaba  por lo maravilloso, grande, por dones o talentos, inteligencia o cualquier cosa en la cual nos podíamos jactar:
"sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia." (1 Corintios 1:27-29)

Por otra parte, nos hemos preguntado alguna vez: ¿Quiénes somos nosotros para que Tu, Oh Gran Señor, nos hayas amado?
De la misma manera la pregunta: ¿Quiénes somos nosotros para juzgar al hermano que está empezando?

Ahora, si nos creemos fuertes entonces:
"Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos." (Romanos 15:1)
Además:
"También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos." (1 Tesalonicenses 5:14)

Recordemos siempre:
"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." (Juan 3:16)

Con esto entenderemos que nuestra motivación:
"Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús" (Filipenses 2:5)

Nunca olvidemos de donde Dios nos sacó!

Dios te bendiga y que tengas un excelente día en Cristo Jesús!

Roldan Ortiz Molinares

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