¿La disciplina y corrección enseñan algo?
Hechos 16:30-33
“y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos.”
Continuamente, este pasaje es malinterpretado debido a que solo leemos “Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.” (Hechos 16:31).
Consideramos que porque hemos aceptado como nuestro Señor y Salvador al Señor Jesucristo ya todo está hecho y este pasaje se hará efectivo… Algo así como: “Señor ya hice mi parte, ahora tu evangeliza a mi familia”.
En vez de hacer uso de la crítica y la acusación deberíamos comprender que la tarea de evangelizar a nuestra familia es de nosotros!
Entendamos que cuando Pablo y Silas le dijeron que creyera en el Señor Jesucristo y sería salvo él y su casa, él no lo dudo ni un instante en llevarlos a su hogar para que conocieran, creyeran y fueran bautizados.
“Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios.” (Hechos 16:34) Este hombre no pensó en los problemas que habían en su casa como motivo para no compartirles la Palabra… Todo lo contrario! Sabía que esto era lo que necesitaba su casa! Es solo así que es posible que sea salva nuestra casa! El problema es "¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?” (Romanos 10:14)… Esta es nuestra labor!
A los que su familia se encuentra en ruinas, a los que su pareja le hace la vida imposible, a los que el matrimonio lo tienen en crisis y esta al borde del divorcio, a los que su esposa o esposo les ha dejado, a los que sus hijos se han
vuelto más rebeldes que nunca, a los que sus hijos ya no les respetan, a los que están solos o solas criando los hijos, a los que sienten que la luz en el túnel se ha apagado… La Palabra de Dios quiere recordarles que:
1. Nuestra familia no es el problema… “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.” (Efesios 6:12). ¿Porque sigo cayendo en el juego de pensar que ellos son el problema?
2. Somos respuesta, Somos luz para nuestra familia! “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.” (Mateo 5:14-16). Por lo general decimos que somos la luz del mundo pero que pasa con el versículo 16? Mi familia “ve vuestras buenas obras” para así glorificar “a vuestro Padre que está en los cielos”? Que está viendo en mí mi familia?
3. Somos los encargados de compartir Palabra a nuestra familia… "Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.” (Josué 1:8-9)… ¿Porque esperar a que reciban Palabra el fin de semana? ¿Existe algún horario en nuestro hogar para compartir de la Palabra del Señor? ¿Tenemos la intención de leerles las promesas de Dios para ellos? Tal como las flores del campo necesitan sustento para poder crecer y florecer, nuestra familia necesita Palabra de Dios para reverdecer y florecer! ¿Creemos en el Señor? Entonces debe correr de nuestro interior ríos de agua viva para nuestra familia (Juan 7:38)! La tarea es nuestra, no del Pastor!
4. Así como el Señor nos dio libertad, lo hará con nuestra familia si hacemos la tarea, porque su Palabra nunca vuelve vacía… 'Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.” (Lucas 19:10)… Tengamos fe, cobremos ánimo, fuerza y valor en el Señor! Aún hay esperanza para ellos! Levantémonos como guerreros o guerreras en armas espirituales, abrámosle la puerta al Señor en nuestro hogar! Aunque no veamos el cambio solo confiemos en el Señor, dado que Él es el que ha dicho “¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?"
Sigamos adelante y no nos rindamos que tarde que temprano veremos la respuesta! Solo clamemos clamemos y Dios nos responderá! “… Como está escrito: !!Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!” (Romanos 20:10)
Nos rendimos o ponemos manos a la obra?
¿Mi salvación es igual a la salvación de mi familia?
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