¿Estamos en yugo desigual con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo?
2 Corintios 6:14-15
“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?”
Cuando eramos pequeños muchas veces cuando necesitábamos permiso para ir algún sitio, nosotros hacíamos uso de astucia creando toda una gran estrategia para preguntarle a nuestros padres si nos dejaban ir. Le preguntábamos a uno y después al otro con tal de buscar el “Si” y si había desacuerdo en uno de ellos y nos reclamaban sencillamente decíamos: “Mi mamá o papá nos dio permiso”.
Sin embargo, para el Padre, Hijo y Espíritu Santo esto no aplica, todo para ellos es absolutamente claro. Entre ellos no hay división, si queremos saber que piensan, pues, vayamos a la Palabra.
Por lo general, el versículo anteriormente mencionado es relacionado a no unirnos con una pareja no creyente para evitar futuros problemas... pero hoy vayamos a la Palabra y veamos más bien dónde podemos estar nosotros en yugo desigual:
1. ¿Nos gusta que nos sirvan pero no nos gusta servir?: ¿Cuántas veces hemos ido a un restaurante y nos pone de mal humor cuando nos sirven mal? Ahora… ¿Cuántas veces hemos tomado nosotros el papel del mesero?... “como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.” (Mateo 20:28)
2. ¿Aún es un dilema para nosotros el Dar?: Somos de los que decimos "Un permiso por favor! Hemos venido a recibir!” o “Un permiso por favor! Hemos venido ayudar! Qué hay que hacer?' “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.” (2 Corintios 9:7)
3. ¿Hemos olvidado lo que es ser Pacificadores?: Acostumbramos a decir 'La verdad estamos mejor sin esa persona!” o “Definitivamente todos somos necesarios en la obra del Señor” ... “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús” (Romanos 3:23-24)
4. Señor será que tu quieres que perdonemos a esta persona?: Aún tenemos conflicto para perdonar? … Padre nuestro que estas en los cielos...“Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.” (Mateo 6:12) Que oración tan bonita verdad?
y 5. ¿Seguimos el ejemplo de Jesús o el de los hombres?: Aún queremos justificar lo que anhelamos? “Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis.” (Juan 13:15-17)
Jesús dice:
“Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.” (Mateo 11:29-30)
La pregunta es: ¿Estamos en yugo desigual con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo?
“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?”
Cuando eramos pequeños muchas veces cuando necesitábamos permiso para ir algún sitio, nosotros hacíamos uso de astucia creando toda una gran estrategia para preguntarle a nuestros padres si nos dejaban ir. Le preguntábamos a uno y después al otro con tal de buscar el “Si” y si había desacuerdo en uno de ellos y nos reclamaban sencillamente decíamos: “Mi mamá o papá nos dio permiso”.
Sin embargo, para el Padre, Hijo y Espíritu Santo esto no aplica, todo para ellos es absolutamente claro. Entre ellos no hay división, si queremos saber que piensan, pues, vayamos a la Palabra.
Por lo general, el versículo anteriormente mencionado es relacionado a no unirnos con una pareja no creyente para evitar futuros problemas... pero hoy vayamos a la Palabra y veamos más bien dónde podemos estar nosotros en yugo desigual:
1. ¿Nos gusta que nos sirvan pero no nos gusta servir?: ¿Cuántas veces hemos ido a un restaurante y nos pone de mal humor cuando nos sirven mal? Ahora… ¿Cuántas veces hemos tomado nosotros el papel del mesero?... “como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.” (Mateo 20:28)
2. ¿Aún es un dilema para nosotros el Dar?: Somos de los que decimos "Un permiso por favor! Hemos venido a recibir!” o “Un permiso por favor! Hemos venido ayudar! Qué hay que hacer?' “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.” (2 Corintios 9:7)
3. ¿Hemos olvidado lo que es ser Pacificadores?: Acostumbramos a decir 'La verdad estamos mejor sin esa persona!” o “Definitivamente todos somos necesarios en la obra del Señor” ... “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús” (Romanos 3:23-24)
4. Señor será que tu quieres que perdonemos a esta persona?: Aún tenemos conflicto para perdonar? … Padre nuestro que estas en los cielos...“Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.” (Mateo 6:12) Que oración tan bonita verdad?
y 5. ¿Seguimos el ejemplo de Jesús o el de los hombres?: Aún queremos justificar lo que anhelamos? “Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis.” (Juan 13:15-17)
Jesús dice:
“Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.” (Mateo 11:29-30)
La pregunta es: ¿Estamos en yugo desigual con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo?
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