¿Compartimos tiempo con Dios?
Marcos 1:35
“Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.”
La Palabra nos enseña que Jesús obtenía fuerzas para no perder de vista el propósito el cual le fue encomendado “pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.” (Isaías 40:31). Él era consciente que podía pedir lo que fuera y el Padre iba acudir a Él “Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho. Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.” (Mateo 21:21-22)... “¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles?” (Mateo 26:53).
Sin embargo, uno de los aspectos que mas nos impresiona en la Palabra es que mientras tantos hombres buscaban ocasión para acusar a Jesús, Él solo buscaba ocasión para hablar con Papá.
Llama tanto la atención que no desperdiciaba momentos pues sabía que un hijo de Dios necesita el alimento que sale de la boca de Dios (Mateo 4:4).
“Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba.” (Lucas 5:16)… Él se “apartaba y oraba”, es decir, expresa que había una costumbre de hacerlo.
“En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles” (Lucas 6:12-13)… Es como si se hubiera pasado el tiempo hablando con Papá cuáles iban ser los discípulos y donde estos se encontraban… dirección!
“Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en una barca a un lugar desierto y apartado; y cuando la gente lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades.” (Mateo 14:13), … “Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo. Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario. Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar.” (Mateo 14:23-25)… La mayoría de las veces tenía inconvenientes para orar pues la gente lo perseguía, pero cada vez que había un espacio… aprovechaba!
Así la Palabra nos muestra tantos episodios donde Jesús oraba… empezó su ministerio orando y en la cruz termina orando!
“Y cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, le crucificaron allí, y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.” (Lucas 23:33-34a)
Probablemente diremos: "Ahh! Pero es que ese era el Señor!”…
Exacto!, El Señor Jesús “… siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse” (Filipenses 2:6)… Así que él necesitaba compartir tiempo con Papá, disfrutar la Presencia de Papá, deleitarse en la Presencia de Papá… No porque tocaba, sino porque Jesús sabía que si no hablaba con Papá su vida estaría vacía.
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.” (Mateo 16:24)
¿Somos sus discípulos? Si es así, ¿Cuando fue la última vez que compartimos tiempo con Dios?
“Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.”
La Palabra nos enseña que Jesús obtenía fuerzas para no perder de vista el propósito el cual le fue encomendado “pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.” (Isaías 40:31). Él era consciente que podía pedir lo que fuera y el Padre iba acudir a Él “Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho. Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.” (Mateo 21:21-22)... “¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles?” (Mateo 26:53).
Sin embargo, uno de los aspectos que mas nos impresiona en la Palabra es que mientras tantos hombres buscaban ocasión para acusar a Jesús, Él solo buscaba ocasión para hablar con Papá.
Llama tanto la atención que no desperdiciaba momentos pues sabía que un hijo de Dios necesita el alimento que sale de la boca de Dios (Mateo 4:4).
“Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba.” (Lucas 5:16)… Él se “apartaba y oraba”, es decir, expresa que había una costumbre de hacerlo.
“En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles” (Lucas 6:12-13)… Es como si se hubiera pasado el tiempo hablando con Papá cuáles iban ser los discípulos y donde estos se encontraban… dirección!
“Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en una barca a un lugar desierto y apartado; y cuando la gente lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades.” (Mateo 14:13), … “Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo. Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario. Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar.” (Mateo 14:23-25)… La mayoría de las veces tenía inconvenientes para orar pues la gente lo perseguía, pero cada vez que había un espacio… aprovechaba!
Así la Palabra nos muestra tantos episodios donde Jesús oraba… empezó su ministerio orando y en la cruz termina orando!
“Y cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, le crucificaron allí, y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.” (Lucas 23:33-34a)
Probablemente diremos: "Ahh! Pero es que ese era el Señor!”…
Exacto!, El Señor Jesús “… siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse” (Filipenses 2:6)… Así que él necesitaba compartir tiempo con Papá, disfrutar la Presencia de Papá, deleitarse en la Presencia de Papá… No porque tocaba, sino porque Jesús sabía que si no hablaba con Papá su vida estaría vacía.
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.” (Mateo 16:24)
¿Somos sus discípulos? Si es así, ¿Cuando fue la última vez que compartimos tiempo con Dios?
Dios te bendiga y que tengas un excelente día en Cristo Jesús!
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