¿Calumniando a nuestros hermanos?

¿Calumniando a nuestros hermanos?



1 Pedro 3:10-12
“Porque: El que quiere amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus labios no hablen engaño; Apártese del mal, y haga el bien; Busque la paz, y sígala. Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.” 



La palabra diablo viene del griego diábolos. Esta está formada por 2 palabras: diá = 'a través de', y ballein = 'tirar, arrojar', y expresa la idea de ’tirar unas personas, contra otra’, ’tirar mentiras’, de allí su significado de ‘acusador’ o ‘calumniador’. Calumniar es el acto de acusar falsamente a los demás con el propósito de causar daño y de paso, recibir crédito u honra. La madre de la calumnia es la envidia y sus hermanos el chisme, la maledicencia, el odio y la alegría del mal ajeno.
Por lo general, cuando calumniamos hemos olvidado que todos hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios (Génesis 1:26), hemos olvidado que Dios es amor (1 Juan 4:8), hemos olvidado que es amar a Dios y por ende, lo que es amar a nuestro prójimo (Marcos 12:30-31). 
La Palabra nos enseña que “Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.” (Santiago 3:9-10). Además, el Señor dice “Al que en secreto calumnie a su prójimo, lo haré callar para siempre; al de ojos altivos y corazón soberbio no lo soportaré.” (Salmos 101:5 NVI). El Señor lo prohibe y es uno de los mandamientos! “No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.” (Éxodo 20:16)
Así que, si hemos caído en la calumnia debemos reconocer que tenemos un problema de afecto y por ende, estamos buscando aceptación, por lo tanto, estamos obrando mal y debemos urgentemente arrepentirnos y apartarnos de esa maldad, aceptar a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, buscar el rostro del Señor e instruirnos en su Palabra para aprender y poner por obra el amarnos, amar a Dios y amar a nuestros hermanos. Por favor mi amigo… “La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.” (Romanos 13:12-14)
Recordemos: Si no edifica no lo escuchemos, no lo veamos y no lo digamos! (1 Corintios 10:23)

Ahora, si deseamos seguir calumniando, tengamos cuidado!!… “...no seáis tal vez hallados luchando contra Dios.” (Hechos 5:39b)

¿Que dices? ¿Nos pasamos para el bando de los hijos de Dios mejor para que gobierne en nosotros la unidad, el respeto, el apoyo y el centro sea Cristo?

Dios te bendiga y que tengas un excelente día en Cristo Jesús!  



Roldan Ortiz Molinares

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