¿Tenemos buen aroma para Dios?

¿Tenemos buen aroma para Dios?















2 Corintios 2:14-17 LBLA
"Pero gracias a Dios, que en Cristo siempre nos lleva en triunfo, y que por medio de nosotros manifiesta en todo lugar la fragancia de su conocimiento. Porque fragante aroma de Cristo somos para Dios entre los que se salvan y entre los que se pierden; para unos, olor de muerte para muerte, y para otros, olor de vida para vida. Y para estas cosas ¿quién está capacitado? Pues no somos como muchos, que comercian con la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios y delante de Dios hablamos en Cristo."



Perfumes, incienso, especias, alimentos, flores y muchas cosas más producen un aroma agradable para nosotros. Sin embargo,  no todos los aromas son agradables a nuestro olfato... Podemos identificar cuando algo esta en mal estado debido al mal aroma que desprende y de inmediato nos alejamos de esto. 
¿Alguna vez alguien nos ha dicho: "Que bien hueles!"? Si no nos hubiéramos vertido ese perfume en esa ocasión... ¿Nos habrían dicho lo mismo?
¿Sabes? El aroma que desprendemos para Dios es totalmente diferente y más profundo.
¿Cómo así? Paseando por la Palabra de Dios podemos encontrar varias, sin embargo, nos enfocaremos en las siguientes tres:
1. Obediencia: "Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, sobre el cual pusieron incienso, y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que él nunca les mandó. Y salió fuego de delante de Jehová y los quemó, y murieron delante de Jehová." (Levítico 10:1-2). Mas allá del aroma del incienso esta nuestra obediencia. Toda incomodidad que tuvo el rey Saúl fue producto de su desobediencia "Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros." (1 Samuel 15:22). Como buen Maestro tenemos a Jesús que ".. estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra" (Filipenses 2:8-10) ¿Tenemos aroma de obediencia o de desobediencia?
2. Un corazón contricto y humillado: "Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar; y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos." (Apocalipsis 9:20-21). El no arrepentirnos de nuestros pecados significa desechar la obra redentora de Jesús en la cruz del calvario (Romanos 2:4-11). Sin embargo, tal como lo expresó David "16 Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría;
No quieres holocausto. Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios." (Salmos 51:16-17) ¿Tenemos el aroma de un corazón contricto y humillado?
y 3. Perdón: "Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo." (Efesios 4:30-32), "Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados" (Hebreos 12:15). ¿Cuantas veces negamos perdón? ¿Cuantas veces no nos hemos acercado a nuestro hermano para pedir perdón?  A Dios se complace cuando un hijo pide perdón, dado que denota que no se enfoca en la ofensa sino en alcanzar al gracia de Dios! "Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas." (Mateo 6:14-15) ¿Aún estamos molestos con nuestro hermano?

¿Será que tenemos buen aroma para Dios? ¿Estamos trabajando en ello?... 
"...Porque fragante aroma de Cristo somos para Dios..."

Dios te bendiga y que tengas un excelente día en Cristo Jesús!

Roldan Ortiz Molinares

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