¿No queremos cerrar la puerta?

¿No queremos cerrar la puerta?















Efesios 4:27 NVI
“ni den cabida al diablo.”




La Palabra nos enseña que no sirve tener una vida doble, no sirve pecar a escondidas… ¿A quién queremos engañar? Toda acción lleva a una reacción, todo generará a una consecuencia queramos o no!
“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.” (Gálatas 6:7-8)

El enemigo siempre preparará una estrategia para mostrarnos una antesala para que podamos sentir un falso confort y no las reales consecuencias…
“Ven, embriaguémonos de amores hasta la mañana; Alegrémonos en amores. Porque el marido no está en casa; Se ha ido a un largo viaje.” (Proverbios 7:18-19)
¿Sabes? Al enemigo no le interesa que seamos casados, creyentes, oyentes, evangelistas, pastores, ministros o lo que sea, el enemigo va tratar de seducirnos para rendirnos y así abrir una puerta para entrar y robarnos, matarnos y destruirnos (Juan 10:10a).
“No mires al vino cuando rojea, Cuando resplandece su color en la copa. Se entra suavemente; Mas al fin como serpiente morderá, Y como áspid dará dolor.” (Proverbios 23:31-32)

¿Como cerrar estas puertas?
1. Entendiendo que el pecado produce muerte en nosotros: “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” (Romanos 6:23), Gálatas 5:19-21
2. Clamemos al Señor por ayuda: “Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.” (Salmos 121:2), “En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.” (Salmos 18:6)
3. Confesemos, arrepintámonos y apartémonos de ese pecado: Echemos a patadas al diablo de nuestra vida. “Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.” (Isaías 55:7), “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” (1 Juan 1:9)
4. Pedir al Espíritu Santo que nos ayude en nuestra debilidad: “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.” (Romanos 8:26-27)
5. Ahora pensemos, oigamos, leamos, hablemos y apliquemos la Palabra: Gobierno y dirección del Señor sobre nuestras vidas. “Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.” (Josué 1:7-9)
6. La armadura de Dios y oremos, oremos y oremos: “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.” (Efesios 6:11), “orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos” (Efesios 6:18)

Si es posible!!!
Dios quiere que cerremos la puerta, pero... nosotros queremos?
¿Nos gusta que acceda el enemigo a nuestras vidas?
¿No queremos cerrar la puerta?




Dios te bendiga y que tengas un excelente día en Cristo Jesús!



Roldan Ortiz Molinares

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