¿Cómo estamos de amor fraternal?

¿Cómo estamos de amor fraternal?


1 Pedro 3:8-13
“Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición. Porque: El que quiere amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus labios no hablen engaño; Apártese del mal, y haga el bien; Busque la paz, y sígala. Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal. ¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien?”




Hace tiempo el ver noticias era sólo para estar informado acerca de acontecimientos en el país a nivel social, cultural, político o aspectos que vendrían en los próximos años, hoy por hoy, abundan noticias de pleitos, muertes, desordenes sociales, entre otros… Lastimosamente, la falta de comunicación, la falta de tolerancia, la falta de respeto, el resolver todo a los gritos o a su vez, a los golpes nos muestra como poco a poco ha llevado nuestra sociedad a un desequilibrio, un deterioro, un declive total. Otros prefieren perder una amistad o un familiar antes que mediar y encontrar un punto neutral… ¿Orgullo y soberbia?… “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.” (2 Timoteo 3:1-5)

Pese a que esto suceda, tu y yo debemos entender que Dios nos ha llamado para ser agentes de cambio “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” (Romanos 12:2) y nuestra conducta debe estar basada en amor fraternal, tal como el Señor nos enseña mediante su Palabra “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.” (Juan 13:34-35)
¿Nos adaptamos a la manera como el mundo lo hace o nos adaptamos al Señor para hacer uso de amor fraternal? Leamos:
1. No paguemos mal por mal, venzamos con el bien el mal: “No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.” (Romanos 12:17-21)
2. Seamos luz, seamos ejemplo: “Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo” (Filipenses 2:14-15)
3. Vivir como escogidos de Dios: “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.” (Colosenses 3:12-14)
y 4. Recordemos que el amor fraternal es con corazón puro: “Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro” (1 Pedro 1:22)

Entonces… ¿Cómo estamos de amor fraternal? No es mañana... Podemos empezar hoy!

Dios te bendiga y que tengas un excelente día en Cristo Jesús!



Roldan Ortiz Molinares

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