Por lo demás hermanos .... en esto pensad!
Filipenses 4:8
'Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.'
Leer la Palabra y meditar en ella trae sus beneficios como que en realidad ya “no conocemos de oídas a Dios sino que ahora nuestros ojos lo ven”, nos hace tener presente las promesas que el Señor nos dice y el predicar a otras personas se hace cada vez más sencillo y práctico.
A eso vamos a las preguntas: ¿Qué tanto sabemos de Biblia? ¿Sabemos más Palabra desde ayer? ¿Algún versículo nuevo?
La idea no es que nos consideremos invencibles con el repertorio de versículos que tenemos, es reafirmar nuestra dependencia en el Señor, reconocer que todos los días de nuestra vida tenemos hambre y sed de Papá, que nuestro día no sería el mismo si Él no guía nuestros pasos.
Entre más y más memoricemos Palabra seguramente en esto vamos a pensar!
En una guerra, todo aquel soldado que no se prepara para la guerra, que no tiene su escudo y su espada bien firmes, tarde que temprano cae en batalla… “no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo.” (1 Timoteo 3:6)
De igual manera nuestra preparación esta en la Palabra de Dios, meditando en ella de día y de noche!!
'Ahh es que no tengo tiempo!” Comprémonos entonces unos audífonos, descarguemos la Biblia hablada y vayámosla escuchando mientras vamos en el transporte.
Saquemos el tiempo para ponernos a meditar, analizar y memorizar la Palabra de Dios…
Así que más bien:
¿Existe un anhelo de leer la Palabra? ¿Meditamos en la Palabra? ¿Aplicamos la enseñanza de la Palabra a nuestras vidas? ¿Propago la Palabra?
Recordemos que:
La Palabra de Dios transforma, purifica y permanece!
“Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. Porque: Toda carne es como hierba, Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.” (1 Pedro 1:22-25)
¿Qué dices? ¿Un versículo más a nuestro repertorio?
Roldan Ortiz Molinares
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